Dentro del proceso que
podemos establecer como inicio de nuestro camino en la práctica de segundo
ciclo, establecemos necesidades a suplir dentro de todo éste nuevo camino, en
donde vemos la necesidad de adquirir mayor conocimiento sobre los diversos
contenidos que necesitamos manejar para nuestro futuro actuar pedagógico, en
donde podamos desenvolvernos en la práctica con mayor facilidad con los marcos
curriculares vigentes y así adquirir conocimientos sobre los diversos métodos
de enseñanza existentes para niños/as entre 3 y 6 años, además establecemos
firmemente la necesidad de poder empoderarnos sobre los diversos contextos y
realidades que existen dentro de la comunidad en donde estén insertos los
niños/as con los cuales lleguemos a trabajar, planteando la inserción dentro
del centro educativo, no tan sólo un par de días, más bien exponemos un
circuito de terrenos intensivos, para así ejercer una labor apropiada, logrando
articulación y coordinación entre los profesionales que trabajan con los niños
y niñas de las comunidades.
En conjunto con lo
anterior generar nuevas bases de conocimientos para el logro de la aplicación
de didácticas para segundo ciclo, se hace una labor fundamental dentro de nuestro
proceso, donde la guía y apoyo práctico del docente se hace efectiva durante el
transcurso de la inserción en el centro educativo, proponiendo que éstas
didácticas son eventualmente realizadas con mayor detalle al ser éste un nivel de
adaptación a la nueva realidad en cada niño/a, el cual sale del circulo de
confianza de segundo ciclo, para pasar a nuevos desafíos de forma mas autónoma,
además incluir la necesidad de diseñar instrumentos de evaluación pertinentes y
coherentes a su contexto sin caer en la estandarización de los párvulos, por lo
tanto es la reflexión misma que podemos realizar para generar el espacio propio
en la adaptación a los nuevos conocimientos y herramientas que nos ayuden a
llevar y guiar un proceso de enseñanza-aprendizaje realmente efectivo. Entonces
ésta necesidad de conocimiento efectivo que planteamos para generar una pertenencia
real de enseñanza-aprendizaje dentro de los ambientes educativos lo basamos en
el ideal de Jakeline Duarte:
“Conceptualizar
los ambientes educativos desde la interdisciplinariedad enriquece y hace más
complejas las interpretaciones que sobre el tema puedan construirse, abre
posibilidades cautivantes de estudio, aporta nuevas unidades de análisis para
el tratamiento de problemas escolares y sobre todo, ofrece un marco conceptual
con el cual comprender mejor el fenómeno educativo, y de ahí poder
intervenirlos con mayor pertinencia” (Jakeline Duarte)
Es así como as u vez presentamos
inquietudes que surgen a raíz de éste nuevo mundo de segundo ciclo, incluyendo
dentro de éstas las nuevas ideas del cómo ese párvulo logra pasar de un
aprendizaje totalmente abstracto a uno concreto, en donde la interacción los
lleva a tomar nuevos conceptos de la vida, en donde éstas observaciones nos
permitirán obtener una adquisición de experiencias reales, que nos entreguen
los focos y escenarios posibles a vivir en un futuro por medio de toda nueva
acción que éstos sujetos realicen en el marco de las experiencias de
aprendizaje, considerando éstas como momentos que se dan en cualquier espacio y
tiempo, para así aportar nuevos saberes al cumplimiento de nuestro futuro rol
como educadoras, es por esto que nunca será lo mismo leer toda la información
que estar dentro de la situación y vivir cada momento y proceso de desarrollo.
Conjunto a lo anterior
dentro de nuestros primeros pasos en éstos niveles más específicamente, surgen
en conjunto con las necesidades e inquietudes, las preocupaciones, éstas no se
basan solo en los hechos, sino también en las acciones que podemos realizar, es
así como el miedo mayor que podemos interponer es el de no poder ejercer
correctamente en la práctica en terreno, esto lo asociamos en el caso de que al
planificar las experiencias de aprendizaje para segundo ciclo, éstas no sean
adecuadas para el nivel y contexto de los niños/as o también el caso de que no
funcionen, además establecer la preocupación del que las experiencias mismas
que aplique se puedan desvirtuar del aprendizaje que quería focalizar o el
hecho de que no sean motivadoras y significantes para los niños/s. también
agregar la idea del manejar mucha teoría y no poder aplicarla, éstas son ideas
que surgen desde nuestro punto de partida al poder integrarnos a la práctica,
pero a su vez es el generar experiencias reales donde se interponga la
necesidad de un algo, como lo establece Isabel Orellana:
“La
red de relaciones que el ser humano teje con el medio ambiente y el medio de
vida compartido, es producto de una multiplicidad y diversidad de factores, ecológicos,
culturales, espirituales, afectivos…” (Isabel Orellana, 2011)
Es así que nos hemos
propuestos 3 objetivos específicos a desarrollar dentro de nuestra inserción en
práctica de segundo ciclo, éstos son los siguientes:
-
- Implementar experiencias prácticas de aprendizaje mediado significativas en el nivel Medio Mayor del “Jardín infantil y Sala Cuna Intercultural Pewmayen”
- - Desarrollar habilidades reflexivas a partir de la elaboración del portafolio reflexivo docente.
- - Reflexionar sobre la relación existente entre el desarrollo de prácticas pedagógicas pertinentes e inclusivas que realizan las estudiantes de práctica VII y la construcción de aprendizajes significativos que establecen para los niños y niñas de 2° ciclo del “Jardín infantil y Sala Cuna intercultural Pewmayen”, por medio de la implementación de experiencias de aprendizaje variables desde una perspectiva de la diversidad.
Los objetivos que hemos
establecido los creamos en base al proceso reflexivo que desarrollamos en éste momento,
pudiendo llegar a ser mediadoras de aprendizajes, en donde incluimos a cada
sujeto dentro de su propia singularidad y la diversidad que presentaba el aula,
conjunto a esto se pudo lograr por medio de un largo proceso, ya que como hemos
evidenciado al principio no fue tan así, pero con la reflexión constante se
pudo lograr la intención de desarrollar éste tipo de prácticas reflexivas en
base a las necesidades e intereses de los sujetos, es así que con éstas nuevas
ideas logramos estructurar una nueva visión del proceso al cual nos vimos
enfrentadas, el cual sin la reflexión de todo elemento que influye en la práctica
pedagógica, no sería posible, ya que para tomar un nuevo aprendizaje éste se
debe valorar definiéndolo como toda experiencia que uno pueda vivir, la cual te
enseñará que el proceso que uno vivencia dentro del aula puede ser enriquecido
con toda la experiencia previa que ya traías desde afuera.de éste modo podemos
plantear en éste punto un nivel de reflexión inicial, donde podemos centrar
nuestras ideas en las estrategias y métodos a utilizar para alcanzar nuestros
fines propuestos, la pre-reflexión no la hemos pasado ya que no hemos tenido un
ideal de educación como aquel sistema automático, por ende nos basamos en éste
estado para seguir nuestro camino.
Es así que establecemos
a su vez la mirada del educador como aquel mediador y acompañante, el cual
establece un trabajo ligado y contextualizado a todo proceso que genera para la
adquisición de aprendizajes, generando la articulación efectiva entre hogar y
centro educativo, siendo un mediador efectivo en el proceso, que logra entregar
seguridad y confianza en el desarrollo de aprendizajes, por ende mediante las
prácticas que realizamos dentro del centro educativo, nos vimos relacionadas
con éste mundo, logrando a su vez ver el cómo las familias se empoderan en una
relación de mutua confianza, en donde también se les incentiva a que tomen el
proceso de aprendizaje de los niños/as como una labor que deben adquirir dentro
del tiempo, logrando educarse en temas de aprendizajes curriculares para formar
una base más eficaz de acompañamiento, exponiendo de éste modos el ideal de su
cultura por sobre las prácticas que podamos realizar, donde los niños/as serán
los portavoces de todo nuevos proceso ejecutado.
Asimismo hemos
adquirido las ideas del cómo va surgiendo ese cambio de visión del proceso
reflexivo, donde ese imaginario con el que llegamos se va borrando poco a poco,
a medida que nos involucramos en el proceso educativo de los niños/as, creando estrategias
de trabajo, implementaciones de planes y reflexionando constantemente para
mejorar nuestra práctica pedagógica, logrando de éste modo transmitir a otros
nuestro ideal de educación por medio de la erradicación de la concepción misma
del sistema asistencialista que le otorgan a éstos niveles, logrando que éste
nuevo agente de cambio que surge, que serán las familias y los niños/as, salga
de su mundo y establezca nuevas concepciones del universo de oportunidades y
vivencias donde se desenvuelve, pudiendo generar etapas criticas de reflexión en
conjunto y con la guía del educador, para que lleguen a la explicación diversa
del proceso que viven para la adaptación a su medio. También establecemos como
un nuevo aprendizaje, aquel momento en donde podemos ser potenciadoras de
experiencias de aprendizaje, para que éste sujeto sea un agente de su propio
cambio, estableciendo su propia estructura de mundo y llevando un proceso que
muestre a los demás qué visión posee del paradigma actual, lo cual hemos
logrado visualizar por medio de las actividades que realizan sobre las culturas
indígenas dentro del centro educativo, al establecer a los niños/as empoderados
de su cultura gracias al trabajo en equipo del personal educativo y la
articulación con las familias.
Es en su conjunto que
el proceso de enseñanza-aprendizaje que se establece va ligado con la práctica
docente que se puede generar, es así como hemos adquirido la noción de demostrar
la idea de una práctica que sea flexible y adaptable tanto a las situaciones
como a los sujetos, que de la libertad de exploración para el reconocimiento
del mundo inmediato y de paso a la indagación para el reconocimiento del mundo más
lejano, donde éstas conceptualización las logre evidenciar dentro de las
practicas pedagógicas realizadas en el nivel, en donde hemos establecido que el
generar evaluaciones pertinentes a las características de los sujetos, nos
permite adecuar un nivel de toma de decisiones inmediato y pertinentes, cosa
que antes veíamos innecesario, pero que a través del cumplimiento de nuestros objetivos
hemos logrado visualizar de una forma positiva, como lo plantea María Antonia
Casanova:
“Si
queremos modificar esa imagen y la poca aceptación de la evaluación en el
ámbito educativo, hay que comenzar cambiando su concepto, sus funciones y su
metodología, de manera que esta misma evaluación, que en muchos casos se
rechaza, sea requerida, exigida y valorada positivamente por las instituciones
y las personas, que vean en ellas el trampolín para su mejora y su toma de
decisiones adecuada hacia el futuro, personal y profesional”
(María Antonia Casanova, 1995)
Así también al incluir
dentro del campo de percepciones las metodologías utilizadas para implementar,
pudimos ver que no necesariamente eran las más adecuadas, en donde la reflexión
constante también nos ayudó a generar la base de ideas para poder construir
nuevas metodologías de implementación, el conocimiento en terreno de los
niños/as permitió esa interacción clave para la efectividad, en donde el
proceso mismo nos lleva al establecimiento de nuevos conceptos sobre lo que se
hace y lo que nos gustaría realizar, por ende nuevos logros como tal, los
podemos ver visualizados en la adquisición de experiencia para complementar el
proceso mismo que nos permite integrar los conocimientos teóricos, prácticos y
reflexivos en un solo paquete para la generación de un método global en su
aplicación y cambio de imaginario real del proceso que los niños/as puedan
vivir.
Por otro lado un punto
positivo que destacamos como un proceso real de aprendizaje, es el haber
establecido necesidades e inquietudes, las cuales nos han servido para observar
aquellos aspectos recurrentes más en detalle, pudiendo analizar, emitir un
juicio y tomar decisiones inmediatas para satisfacer la necesidad en el momento
pertinente, por ende nos dio la posibilidad de prepararnos para actuar de forma
inmediata, en donde evidenciamos el uso de una evaluación autentica para el
proceso, el cual se fija en la integralidad de todo aprendizaje y se basa
netamente en los ritmos y estilos propios de éstos, donde la medición o estructuración
se va no en base a un estándar, si no al desarrollo y superación de desafíos de
sí mismo.
A su vez la inserción
efectiva dentro del centro educativo nos ha permitido mantener una reflexión constante,
la cual ha sido empoderada por la contextualización y participación activa en
la comunidad educativa, esto nos permitió contextualizar toda experiencia de
aprendizaje, lo cual nos ayudó al reconocimiento de la diversidad existente en
sus contextos para la adecuación efectiva de las experiencias, pudiendo a su
vez lograr la articulación con el personal del centro educativo, donde el apoyo
que ellos nos otorgaron, fueron un factor clave para adquirir nuevos
aprendizajes en ésta nueva experiencia, así como lo establece Beltrán y San
Martin:
“El
centro escolar considerado como organización constituye un contexto clave para
el desarrollo del currículum, el aprendizaje de los alumnos y la actividad
docente que realizan profesores y profesoras. Tal contexto está configurado por
múltiples dimensiones y elementos que, en su conjunto generan las condiciones
organizativas en las que se van a llevar a cabo los procesos curriculares y de
enseñanza y que, por tanto, influirán en la actividad docente de los
profesores, y en el aprendizaje de los alumnos”.
(Beltrán y San Martin, 2000)
Es por toda la base
anteriormente expuesta, que las preocupaciones dentro de todo proceso no pueden
quedar fuera de la mirada crítica que se debe realizar en el análisis de todo
proceso, donde toda preocupación da la pauta para preocuparse más aun y
tenerlas presentes dentro del trabajo de aula, así fue como uno de las mayores
preocupaciones se cumple y dentro del trabajo de implementación se da la
situación de que el docente la encuentre poco pertinente al aprendizaje, lo
cual desestabiliza el actuar que realizamos, sin embargo en una experiencia que
nos ayudó a establecer nuevos insumos teórico y estrategias de acción para
mejorar. Aún así establecimos que el plan de acción fue el pertinente, no
dejarse llevar por una mala experiencia que marcara todo tu actuar pedagógico
era el primer paso, el segundo era modificar y adecuar la experiencia para una
implementación futura efectiva y el tercero era defender nuestra postura en
torno a la experiencia, lo cual hemos defendido en nuestra reflexión, fue así
como la experiencia misma que dio éste suceso llevó a la mejora sustancial de
un proceso global de reflexión, lo cual apunta los objetivos de ésta práctica,
donde se demuestra eficazmente que la teoría no necesariamente será la pauta
orientadora para la aplicación de un aprendizaje, más bien será la experiencia
y el trabajo en equipo la que entregara la base de trabajo.
Es por esto que la
adecuación implica tanto el saber teórico como practico, lo que te lleva a
repensar en cómo actuamos frente a la situación y si el saber teórico nos
acompañaría en todo momento, o el nervio que invade nos sometería a su juicio,
así luego de poder adecuar las experiencias de aprendizajes, éstas resultaron
efectivas, logrando mostrar que algo con una estructura rígida, no va
necesariamente con el estilo de enseñanza que quisiéramos promover, dejando
espacio para todos aquellos acontecimientos emergentes que puedan acontecer,
tal como lo planteamos anteriormente al incluir la flexibilidad como orientación
estratégica dentro de los planes.
Es así que dentro de
todo el camino ya recorrido, podemos establecer un cumplimiento total de nuestros
objetivos propuestos en un principio, lo que nos lleva a un nivel de reflexión
total en cuanto a los aprendizajes propuestos y las estrategias creadas, en
donde esto nos da la base para la construcción de nuevas visiones para un
camino de desafíos que dejen la base teórico-práctica, donde el proceso mismo
tuvo tropiezos los cuales al igual que los niños/as, lo enfrentamos por medio del
ensayo y error, concepto o acción que se cree solo utilizan mencionados
sujetos, pero al enfrentarnos a esta práctica hemos podido descubrir que el
concepto va mas allá de las mismas concepciones que se puedan obtener, ya que
la práctica que realizamos en un contexto determinado da la base teórica que
necesitamos, al permitirnos observar y así crear nuevos planes o métodos
evaluativos en un momento determinado.
Lo anterior lo basamos
en el concepto que poseemos y hemos plasmado en ésta visión global de cambio de
imaginario, logrando gracias a éstas experiencias ser agentes de cambio tanto
para nuestro fundamento, como para la socialización que realicemos de éstos,
donde todo trabajo realizado ha logrado fundamentar las ideas que hemos
expuesto a lo largo del proceso de reflexión, estableciendo así que la base
para un actuar efectivo dentro del aula, no se basa en la acumulación de
teoría, ya que esta no es un insumo eficaz si no es acompañada de la base
contextualizada de un grupo, llevando a las nuevas visiones del cómo actuar
dentro del espacio, en base a eso establecemos que no hay un actuar
predeterminado, más bien se establecen modos, explicamos; la generación de
modos para realizar actos es la base de una sociedad que quiere imponer nuevos
idearios basados en las necesidades individuales de un momento, en cambio el
establecimiento autónomo de modos, lleva a la concepción del surgimiento y
propio nacimiento de ellos dentro de la base experimental donde se produzcan,
por esto es que las visiones de mundo cambian paulatinamente, en donde todo
cambio se produce por la imposición de un imaginario, pero la imposición en sí
no es de esa forma, ya que es un ideal que se colectiviza y muta en el tiempo.
Finalmente podemos
establecer que el proceso reflexivo mismo nos llevó a internalizar toda la
práctica pedagógica que realizamos o que pudiéramos haber realizado, utilizando
este conocimiento como base sustancial para nuestro futuro actuar pedagógico
dentro del aula, logrando así implementar nuevos métodos para la creación de
experiencias de aprendizaje y a la vez estableciendo nuevos idearios según el
cambio progresivo que se va efectuando dentro del medio donde nos desenvolvemos,
generando reflexiones en torno a la idea de los didáctico y del ambiente de
aprendizaje efectivo a proponer para el aula, considerando un rol mediador del
adulto que logre articular todo proceso.
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