Dentro de los parámetros
reflexivos que hemos expuestos dentro de nuestra visión global, podemos generar
la idea de que comenzamos con un nivel inicial de reflexión, el no pasar por la
pre-reflexión se da por el hecho de que no compartimos nunca la automatización de
la escuela, es por esto que nos saltamos esa etapa, es así como dentro de los
diversos momentos fuimos escalando niveles reflexivos, así hemos comenzado en
un nivel inicial al incluir dentro de nuestras prácticas la centralidad de
establecer estrategias y métodos para alcanzar nuestros fines, dejando de lado
las ideas de aprendizaje en libertad, queriendo de alguna forma encasillar el
proceso en si por medio de la creación de planes y cronogramas
descontextualizados, lo que no produjo momentos de incertidumbre total al dudar
en momentos sobre nuestros actos, exponiendo la idea de si el acto que
plasmábamos era pertinente a la idea de reflexión que podíamos exponer.
Es por esto que
establecemos una idea compartida de escuela para avanzar en los niveles de reflexión,
planteando y compartiendo la idea de Bollen:
“Resulta evidente que
la mejora escolar solo es posible si la escuela, como organización, es capaz de
aprender, no solo en el caso de los individuos, como los profesores o los
directores, sino de manera que la propia escuela pueda sobreponerse a un
comportamiento ineficaz mediante cooperación estrecha” (Bollen, 1997:29)
Es así que los errores
que establecimos en un momento determinado de las implementaciones, los vimos
como un mero trámite a sobrellevar por medio del trabajo colaborativo dentro
del centro educativo, es así como a raíz de ésta problematización, pasamos a un
nivel de reflexión pedagógica, logrando establecer la aplicación de las nuevas
concepciones pedagógicas que se presentan en el medio, generando nuestras
propias creencias y dando pie para la inclusión y articulación de la teoría y
la práctica, siempre por medio de la reflexión constante del ensayo y error que
hemos establecido en el lapsus temporal al que nos expusimos, asimismo, dentro
de toda ésta idea nos vamos cuestionando el cómo aprenden éstas escuelas, la
cual nos da la base para mezclar teoría y práctica en la reflexión, por eso nos
basamos en el pensamiento de San Fabián que dice:
“Al ser las escuelas
instituciones de enseñanza, no habría de parecer descabellado preguntarse cómo
aprenden las escuelas, y sin embargo ésta pregunta tan lógica es poco habitual”
(San Fabián, 1996:41)
Ésta idea que exponemos
como nivel de reflexión da paso para la discusión del actuar pedagógico que
hemos impuesto, donde al fin de nuestra evolución y proceso logramos por medio
de la interacción con ese contexto, pasar a pensar y repensar las perspectivas
en las cuales nos basamos para exponer nuestras ideas, es así como llegamos a
un nivel de reflexión crítica, donde ya no solo comenzamos a ver una estrategia
para la mejora o una relación de teoría y práctica, sino que comenzamos a ver
el cómo éstas prácticas interactúan y comienzas a dilucidarse consecuencias dentro
de su labor social.
Finalmente establecemos
que todo proceso critico de aprendizajes basado en la interacción con el medio,
da la pauta de relaciones y acciones a realizar para reestructurar el modo de
pensar propio para comunicarlo y colectivizarlo, logrando ese cambio de imaginarios
propuesto en nuestra visión global, en donde nos cuestionamos la acción en su
integralidad y no solo una parte de ella, para así ser agentes transformadores
de la realidad que han cumplido con sus objetivos propuesto, alcanzo un nivel
de reflexión máxima en base a la adquisición de éstas experiencias y al análisis
constante de las mismas.
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